lunes, 29 de noviembre de 2010

Les Loulous-Cocineritos

Algo hace de la cocina un extraño atractivo para los niños, o al menos todos los que me rodean…incluìda mi misma…mi mamá me recordaba hace poco que cuando no llegaba aún a la mesada acercaba una silla y mientras ella pelaba cebollas yo decía “Lloro y no se por qué lloro, porque yo no lloro”. A pesar de la duda existencial sin resolver y el llanto descontrolado, ahí me quedaba, pegada a la mesada a ver si me daban alguna actividad de responsabilidad que no fuera revolver algo frío o sostener un bol mientras ella batía;  claro,  uno quería cortar! encender el fuego! Pero no era momento.
De entre los enanos que me rodean aquí pueden ver a Sam, no paraba, y cuando digo no paraba es absolutamente verdad, y pongo a su madre por testigo, sin embargo, la cocina era un remanso, resultado, niño bañado en chocolate … pero cansado, misión posible entonces. Sam es francés, todos los franceses saben comer, nacen sabiendo comer!,  recuerdo verlo engullir rockefort sin saber pronunciar todavía la palabra QUESO. Es el mayor admirador de los NUGGETS TATIE, y quien los bautizó con ese nombre 

Nugetts Tatie: no es otra cosa que el resultado de incorporar al huevo que nos sobra cuando hacemos milanesas (o a un huevo batido con un poco de agua sal y pimienta) , el pan rallado que seguro también sobró, un puñado de queso rallado o cualquier queso que esté rico, un par de cucharadas de avena y agua si hiciera falta hasta conseguir una masa que nos permita hacer bolitas. Las tiramos en aceite hirviendo y voilà!, cuando estén doraditas, las retiramos y escurrimos bien.
AGOS dinastía de cocineros, miren la obra de arte de su mamá María, así son mis tartas de cumple desde hace unos años.
Mención especial merece Lola, aquí la tienen toda una profesional,  es una pena que esto no permita incluir sonidos, porque la nena con la voz más linda del mundo es Lola, no molesta ni cuando llora. Decía que merece una mención especial, porque con su mamá fuimos vecinas varios años, nuestras casas las separaba un murito, que ésta embarazada saltaba al grito de QUÉ ESTÁS COCINANDO VU? Frotando esa barriga-no les puedo explicar lo grande- Por supuesto que siempre estoy cocinando algo… lo curioso es que en esa minicocina (aunque ultraequipada), poco espacio quedaba para la panza entre mesa y horno y LOLA pateaba desenfrenada desde dentro cada vez que se acercaba al calorcito, como queriendo probar lo que fuese que se cocìa…
Y si, a mi niña interna le encanta jugar en la cocina…sigo siendo una amante del enchastre…y no importa cuan cansada llegue de trabajar, con los tacones aún puestos comienza el despliegue de ingredientes para hacer algo rico que nos CONGREGUE.